La notoria Ruth Bader Ginsburg y el factor “cool”

October 14, 2020 | Published first in Catholic World Report

La muerte de Ruth Bader Ginsburg ha llenado nuestras redes sociales con imágenes de la icónica juez de la Corte Suprema. El desplazarnos bore la pantalla de nuestros aparatos móviles para ver sus fotos, fue un recordatorio de que nadie ha usado túnicas negras de juez con tanto estilo y tabla. La segunda mujer en ser magistrado de la Corte Suprema irradiaba un sentido de serena confianza, profunda inteligencia y un garbo inconfundible.

Sus citas concisas incluían muchas nociones sabias:

  • Muy a menudo en la vida, las cosas que consideras un impedimento resultan ser una gran suerte.
  • No se distraiga con emociones como la ira, la envidia, y el resentimiento. Estos solo nos gastan la energía y hacen pierden tiempo.
  • Las mujeres deben estar en todos los lugares donde se toman decisiones. No debería ser que las mujeres sean la excepción.

Acabo de leer el libro de Anne-Marie Slaughter. Ella habló de que “no lo tenemos todo”. ¿Quién lo tiene todo? Yo lo he tenido todo a lo largo de mi vida, pero en diferentes momentos.

Ella era la imagen del refinamiento y el estilo, con una película biográfica que dejó a la mayoría de la audiencia pensando que “toda mujer joven necesita ver esta película”. Seguramente era una mujer a la que toda mujer debería respaldar y emular.

Pero ¿y si hubiera una falla en el pensamiento de RBG? ¿Y qué tal si, a pesar de todos los adornos, se perdiera algo fundamental?

¿Y qué tal si ella no siempre hubiese sido capaz de pensar de forma independiente, sino que también se viera atrapada en el torbellino de las ideas feministas radicales que dominan nuestra cultura?

Uno de los memes más populares de RBG invocaba el sabio consejo de su madre: “Mi madre me dijo que fuera una dama. Y para ella, eso significaba ser tu propia persona, ser independiente “.

Según sus propios estándares, es decir, ser su propia persona y ser independiente, es asombroso cuan apegada estaba al movimiento feminista. Sus ideas sobre el aborto imitan las de la mayoría de las mujeres en los principales medios de comunicación, Hollywood, la industria de la moda y la política. Ella repetía las mismas ideas promocionadas durante los últimos 50 años como “buenas para las mujeres”, a pesar de que todas las métricas que tenemos disponibles (la depresión, las tasas de suicidio, el abuso de sustancias, el divorcio y más) muestran que las mujeres estadounidenses son menos felices ahora de lo que jamás han sido estado antes.

La formación intelectual de RBG se basó en dos mentiras del feminismo radical que han esclavizado tercamente nuestra cultura. La primera es que, para que las mujeres tengan igualdad, deben ser exactamente como los hombres, mientras que los hombres deben parecerse más a las mujeres. Y la segunda es que nuestros hijos son un obstáculo para lograr nuestra igualdad y, por tanto, nuestro éxito y felicidad.

Estas ideas permean muchas de sus citas:

  • [El aborto] es algo fundamental en la vida de una mujer, en su dignidad. Es una decisión que debe tomar ella misma. Y cuando el gobierno controla esa decisión por ella, está siendo tratada como menos que una persona adulta responsable de sus propias decisiones.
  • Si se imponen restricciones que impiden la elección de la mujer, la estás perjudicando debido a su sexo.
  • La elección reproductiva se debe corregir. Nunca más habrá una mujer de medios que no tenga esta elección. Eso me parece tan obvio. Los estados que cambiaron sus leyes de aborto antes de Roe no van a volver a cambiar su posición. Entonces tenemos una política que solo afecta a las mujeres pobres, y nunca podría ser de otra manera.

Sobre la base del patrón acordado de pensamiento colectivo que prevalece desde fines de la década de 1960, hay varias cosas que podemos esperar ver en las próximas semanas ya que el presidente ha nominado a otra mujer para ocupar el puesto de RBG en la Corte Suprema, la católica conservadora Amy Coney Barrett. Por ello, ya se está viendo claramente la cuidadosa elaboración de la narrativa de cómo esta mujer no es una pensadora independiente, que ella sería el tipo de mujer equivocado. Será comparada con un felpudo, que está claramente comprometida por el patriarcado. Ella es el tipo de mujer que solo llevará a las mujeres por el camino equivocado, de regreso a la Edad Media y hacia los cultos de la fertilidad. Es su tipo lo que marcará el comienzo de una versión de la vida real del Cuento de la criada, una caricatura esbozada como una trampa para que las mujeres asocien inmediatamente a las mujeres pro-vida.

Ocultas a la gran mayoría de las mujeres occidentales por las élites se encuentran las pensadoras verdaderamente independientes, mujeres como la profesora de Derecho de Harvard y exembajadora ante la Santa Sede, Mary Ann Glendon. Si ella también estuviera a favor del aborto, la elegante embajadora Glendon sería un nombre muy conocido. Ella ofrece un destello al auténtico pensamiento independiente que realmente apoya a todas las mujeres, incluidas las pobres:

Todos los que están genuinamente comprometidos con el progreso de la mujer pueden y deben ofrecer a una mujer o una niña que está embarazada, asustada y sola, una alternativa mejor que la destrucción de su propio hijo por nacer.

Sin duda, los historiadores sociales del futuro se divertirán con el hecho de que nosotros, los estadounidenses de finales del siglo XX, consideráramos aceptable discutir públicamente en detalle los aspectos más íntimos de la vida personal, manteniendo al mismo tiempo una reserva casi mojigata con respecto al significado político de la vida familiar.

Para las feministas anteriores que habían luchado por el derecho al voto y por un trato justo en el lugar de trabajo, les había parecido obvio que la disponibilidad inmediata del aborto facilitaría la explotación sexual de la mujer.

Estas son ideas que reciben poco tiempo de transmisión o exposición en los canales principales de televisión. Éstas son ideas verdaderamente independientes, ideas que nunca serán celebradas por nuestras mujeres “independientes” de élite y unidas.

Desafortunadamente, la Embajadora Glendon no es una candidata potencial para la Corte Suprema, pero hay mujeres como ella, que realmente tienen mentes independientes, que no han aparecido en Vanity Fair y Vogue porque no aceptarían la línea político partidista.

Ya que el presidente ha nombrado a una de estas mujeres, espere que la prensa la describa como una persona sin humor, intelectualmente aburrida y en deuda con el patriarcado. Infundir el miedo será algo común, lo cual ya estamos viendo y anticipamos que se intensifique, mientras que la ciencia social detrás de la realidad de que las mujeres que abrazan los valores de la familia, el esposo, los hijos y la apertura a la vida son las mujeres más felices del planeta.

La nuestra es una cultura cegada por el “blin-blín”, la celebridad y la inteligencia. Los gustos por las perlas, los aretes gruesos y anteojos icónicos adornados sobre las túnicas negras de una juez Suprema son mucho más “cool” o guay que las ideas verdaderamente independientes. Lamentablemente, esta fascinación estará con nosotros, sin importar quién reemplace a RBG. De la misma manera que los pro-vida siempre serán superados en el programa The View, o cómo rara vez los provida se convierten en nombres conocidos (a menos que sean envilecidos como Phyllis Schlafly), las élites manejan quién es considerado “cool” o guay y quién no.

Sin el atributo de ser “cool” atribuida a quienes están de acuerdo con las mujeres de élite, la verdadera libertad de pensamiento, informada por la fe y la razón, solo será catalogada en la corte de la opinión pública como un paso atrás para la humanidad y una crisis para las mujeres.

 


 

Carrie Gress posee un doctorado en filosofía de la Universidad Católica de América. Es editora de la revista para mujeres católicas en línea, “La Teología del Hogar” (Theology of Home). Es la autora de varios libros incluyendo “La Anti-María Expuesta”  The Anti-Mary Exposed y, más recientemente, “La Teología del Hogar, Theology of Home.

Este artículo ha sido traducido por Lucía Báez Luzondo, J.D. para el beneficio de los lectores hispanoparlantes y fue publicado en su versión original en inglés por el Catholic World Report. https://www.catholicworldreport.com/2020/09/20/notorious-rbg-and-the-cool-factor/